¿Cómo se pueden prevenir?
La prevención de la generación de residuos de aceites de cocina usados es prioritaria, y para ello es importante la sensibilización para impulsar hábitos de consumo saludables y en las cantidades adecuadas, particularmente de alimentos fritos.
¿Cómo se separan en origen y se recogen?
Una vez utilizado el aceite de cocina se debe acopiar en la vivienda y posteriormente se debe entregar a los sistemas de recogida habilitados:
- Sistemas de recogida municipales previstos por los entes locales:
- Puntos limpios fijos, móviles o de barrio
- Recogida en contenedores específicos en puntos de aportación (vía pública, equipamientos como mercados, supermercados, centros comerciales, etc.)
- Sistemas de recogida para grandes generadores: recogidas a demanda a partir de un acopio mínimo de residuos o por rutas de frecuencia definida.
Los usuarios tienen que almacenar el aceite en envases cerrados que pueden ser propios (en general, botellas de plástico usadas) o en algunos casos el ayuntamiento o las empresas responsables del reciclaje entregan envases de diversas capacidades para homogeneizar y facilitar el sistema.
¿Cómo se tratan?
Los aceites de cocina usados recogidos separadamente pueden recibir tratamientos mediante los cuales se preparan para la producción de biocarburantes, jabones y otros usos en la industria química (ceras, barnices, otros), reduciendo así el uso de recursos procedentes de materias primas e impulsando la actividad económica y empleos más verdes.
La producción de biodiesel (BD100) a partir de aceites usados comporta un ahorro de energía fósil del 21% en relación al uso de aceites crudos y un ahorro del 96% de energía fósil respecto a la producción del diésel. (Fuente: CIEMAT, 2006). Cada quilogramo de aceite recogido se puede transformar en 0,92-0,97 quilogramos de biodiesel. Recientemente se han llevado a cabo asimismo ensayos de utilización en aviación internacional de biocarburantes que contienen aceites vegetales usados.